miércoles, 4 de mayo de 2011


LEJANÍA

Mi ser henchido de barcos blancos.
Mi ser reventando sentires.
Toda yo bajo las reminiscencias de tus ojos.
Quiero destruir la picazón de tus pestañas.
Quiero rehuir la inquietud de tus labios.
Porqué tu visión fantasmagórica redondea los cálices de estas horas?

Alejandra Pizarnik

jueves, 27 de enero de 2011


Espacio Litúrgico de Agonía

Visión religiosa en el film Gritos y Susurros (1972) de Ingmar Bergman

"Independientemente de si soy cristiano o pagano, trabajo en la edificación común de la catedral porque soy artista y artesano, y porque he aprendido a formar de la piedra caras, miembros y cuerpos".

Ingmar Bergman

Ingmar Bergman nació en Uppsala-Suecia, el 14 de Julio de 1918. Su padre era un pastor luterano de la Iglesia nacional de Suecia, por lo que el director se crió en una devota casa luterana. Al crecer, Bergman dijo ser agnóstico, a pesar de lo cual casi todas sus películas se caracterizan por una fuerte presencia de contenido religioso, en particular los temas y las imágenes del cristianismo en general y específicamente del luteranismo.

Así, por ejemplo, detrás de cada secuencia del film Gritos y Susurros, (Viskningar och rop - 1972) se esconde un enigma murmurado a media voz, imágenes llenas de metáforas expresadas a través del lenguaje cinematográfico. Así pues, las imágenes se convierten en un acto simbólico, lo que invita a que la percepción del espectador sea igualmente simbólica, se tratará de discernir la dimensión litúrgica en el film Gritos y Susurros, producto de la visión de Ingmar Bergman frente a la religión luterana, en la que se evidencia la oposición entre el mundo de la vida y el mundo de la muerte, entre el mundo de la fe viva y el mundo de la duda existencial de Dios.

Cuatro Formulas

Un arcángel de espaldas, un espacio desolado y lúgubre fundido por la niebla, cuatro campanadas se escuchan mientras el reloj marca las cuatro, cuatro van a ser las mujeres que participan en Gritos y Susurros, Agnes (Nombre de origen Griego. Hace referencia al cordero de Dios), María (Nombre de origen Hebreo. La elegida, la amada por Dios.), Karin (Nombre de origen griego. La muy amada), Anna (Proviene del hebreo Hanaya, que significa: Dios se ha compadecido), cuatro son los elementos: agua tierra, fuego y aire, cuatro veces toca la mano el cuerpo al persignarse y las ideas básicas de la teología luterana, se sintetizan en cuatro fórmulas latinas: 1. Sola gratia (únicamente por gracia) la salvación es obra de la sola gracia de Dios (Efesios 2:8-10). 2. Sola fides (únicamente por fe) La fe es lo único que los salva, mediante la gracia de Dios, ninguna obra puede salvarlos, sino la fe 3. Sola Scriptura (únicamente la Biblia) las Sagradas Escrituras del Antiguo y Nuevo Testamento son la única fuente de revelación y norma de vida 4. Solo Christo (únicamente Cristo) El único fundamento de la fe es Jesús. Bergman refuerza la dimensión psicológica de sus relatos y hasta su base sicoanalítica, Al confluir sus investigaciones y su cuestionamiento metafísico

En busca de la salvación

La cuestión de la salvación, para mí nunca fue política, fue religioso, para mí en aquellos días, la gran pregunta era: ¿Existe Dios?, o ¿No existe Dios?, ¿podemos nosotros en una actitud de fe, tener un sentido de comunidad y un mundo mejor?, pero si Dios no existe, ¿Qué hacemos entonces?, ¿Cómo miramos entonces nuestro mundo?

Ingmar Bergman

La obra de Bergman está cargada de dolor, de deseos frustrados bajo las castrantes convenciones sociales y religiosas, de sufrimiento físico. Al comienzo de la película Agnes (Harriet Anderson) se levanta de la cama con dolor en el cuerpo y le da cuerda al reloj de su habitación, hecho que podría representar la angustia ante el poco tiempo de vida que le queda. Luego escribe en su diario: “Es lunes por la mañana, y siento dolor”. Con ello se sugiere que la principal amenaza no es la muerte, sino el dolor físico, lo cual sería una reacción coherente con el pensamiento luterano, según el cual no debería haber miedo a la muerte, porque en el protestantismo la doctrina de la salvación, involucra asuntos como la expiación, que sería aquella forma de satisfacción por la culpa del pecado, en la que el culpable queda absuelto al cargar con su pena. Al morir Agnes, el sacerdote Isak invoca una plegaria sobre ella y le dice: “Dios, nuestro padre, con infinita sabiduría, decidió llevarte consigo en la flor de la juventud, antes te consideró digna de soportar un sufrimiento largo y penoso, lo aceptaste pacientemente y sin quejarte, sabiendo que tus pecados serían perdonados, por la muerte de Cristo en la cruz” Por esta razón, el sufrimiento de Agnes se encuentra enfocado en el dolor físico, convirtiéndose así en su medio de expiación.

Una de las doctrinas de la Iglesia Católica Romana rechazadas por el Protestantismo, por no tener sustento bíblico, es la existencia del Purgatorio, que se podría definir como el estado donde el alma se limpia de sus pecados para poder pasar al Cielo, recordando una y otra vez los errores y pecados que ha cometido. "Un día se verá el trabajo de cada uno. Se hará público en el día del juicio, cuando todo sea probado por el fuego. El fuego, pues, probará la obra de cada uno. Si lo que has construido resiste el fuego, será premiado. Pero si la obra se convierte en cenizas, el obrero tendrá que pagar. Se salvará pero no sin pasar por el fuego". (1 Cor 3,13-15). El protestantismo niega esto rotundamente, pero Bergman de una u otra forma recrea una especie de purgatorio en esta gran mansión de paredes escarlatas donde Las hermanas de Agnes, Karin (Ingrid Thulin) y María (Liv Ullman), y la criada Anna (Kari Sylwan); están ahí, internadas, velando la agonía de Agnes y reviviendo cada tanto sus propias desdichas, por medio de sus recuerdos.

La presencia de la muerte es el común denominador de estas cuatro mujeres; Agnes desde su propia agonía física; Anna, la criada, que carga con el dolor de la pérdida de su difunta hija; Karín, una mujer frustrada sexualmente, hostil y distante especialmente con su esposo Frederick, y María, quién no está satisfecha con su matrimonio y le es infiel a su esposo Joaquín con David, el médico de la familia. Ninguna tiene una felicidad plena, porque han perdido de alguna u otra forma la vida que alguna vez gozaron; “Es maravilloso estar juntas otra vez, como en los viejos tiempos. Me estoy sintiendo mucho mejor e incluso pudimos ir a caminar, lo cual es todo un evento para mí, puesto que hace mucho que no salgo. Repentinamente empezamos a reír y a correr hacia el viejo columpio que no veíamos desde que éramos niñas” es como si estuviesen muertas en vida en una especie de muerte metafísica.

A trascurrido la noche y Agnes ha sufrido un dolor insoportable durante toda la noche, al llegar el día sus hermanas la despiertan y la sientan sobre la cama, Anna, trae una especie de palangana de porcelana y a modo de pila bautismal sus hermanas van sacando agua y con toda la solemnidad, le limpian el cuerpo con el agua. Así como en el bautizo luterano, darle este sacramento cumple con la función de “lavar” los pecados con los que el ser humano ha nacido y así abrirse a una “nueva vida espiritual”, en este caso, la escena parece significar la purificación de las culpas mediante el sufrimiento para pasar de la vida a la muerte.

Gritos y Susurros es una película con un trasfondo religioso que se hace perceptible tanto en lo que se dice, como en lo que se ve. El uso del plano medio, ayuda a reforzar las imágenes de dolor, y enmarca imágenes que llegan a ser iconográficas, como la imagen de Ana con su pecho desnudo sosteniendo a Agnes la que nos recuerda a una Virgen piadosa que sostiene a su hijo muerto. En esta escena la postura de Anna es completamente iconológica, es decir, es de fácil reconocimiento y está asociada claramente a la religión católica. Aquí reaparece el conflicto de Bergman con el luteranismo, ya que los protestantes no le dan valor a la imaginería religiosa como lo hacen los católicos romanos, solo la aceptan, como forma de enseñanza, no como parte de alabanza ni oración.

La Duda

La no plena convicción en Dios de Bergman, se ve reflejado en el Sacerdote de Gritos y Susurros. Durante la plegaria por el alma de Agnes, comienza a repetir el condicional “si es así” con una voz de angustia, diciendo algo como, “Si Agnes encontrará a Dios, si es así, pide rezar por nosotros, que somos dejados aquí sobre la tierra oscura, sucia, bajo un cielo cruel”. Para Bergman, al disolverse la presencia de Dios, el humano debe buscar el sentido de su existencia y alguna esperanza a la que aferrarse al momento de enfrentar a la muerte. La única esperanza que se tiene según Bergman es el amor humano. Según él, la única salvación posible para los seres humanos es el contacto afectivo con otro o quizá con muchos otros seres humanos. A pesar del dolor incontenible de Agnes, al momento de su muerte, no recurre a Dios, tampoco a sus hermanas. Luego, el sacerdote, en la forma y la expresión de formular las plegarias expresa dudas y desilusión sobre ese más allá que tampoco es capaz de imaginar; es más, durante un instante el sacerdote hace un gesto que parece burlarse frente a la gravedad de sus palabras. Cuando le dice a María y a Karin hermanas de Agnes: “- Yo la confirmé…su fe era mayor que la mía…”, esta frase hace eco ante las dudas existenciales de la fe y de Dios.

Espacio litúrgico

“Era una habitación roja, tapizada de rojo. Los muebles eran rojos. Las cortinas eran rojas. Y en esa habitación, había tres mujeres vestidas de blanco que se movían en una especie de iluminación crepuscular.”

Ingmar Bergman.

Mark Vos, director de arte, junto a Sven Nykvist, director de fotografía, fueron los responsables de dar corporalidad a estas obsesiones bergmanianas. En Gritos y susurros, no se recurre a movimientos de cámara enfáticos, por el contrario, todo se encuentra regido por la sobriedad y la rigidez formal. La mesura domina también la puesta en escena, fría, marcada por la teatralidad y el artificio manierista, con los colores rojo, negro y blanco, que poco o nada remiten a la naturaleza, sino que son extraños, fríos, artificiales, violentamente enfrentados entre sí. El director dispone todos estos elementos de tal forma que se crea una atmosfera lúgubre, generando un ambiente casi ritual.

Los folleys, el sonido ambiente y la iluminación hacen parte crucial del relato, como en la escena de la muerte de Agnes, la iluminación en la habitación cambia de manera dramática, asemejándose al momento cuando Cristo muere en la cruz y el cielo se oscurece.

El color rojo ante todo es el color de la sangre. Y tradicionalmente el rojo escarlata está asociado con la agresión y con el deseo, “fisiológicamente al observar ese color se aumenta ligeramente la presión sanguínea, el ritmo de la respiración y los latidos del corazón.” (LURIE, Alison. Pág. 215). En la agonía, el corazón bombea sangre sin parar, para poder mantener al cuerpo oxigenado. En los muros de esta casa se ve el escarlata como protagonista, produciendo una sensación de dolor. El mobiliario combina colores como el negro, el blanco, el marrón oscuro y el dorado, colores que aluden a los objetos propios de las iglesias, reafirmando así la dureza del espacio casi vacío, donde imperan los pasillos desolados y los rincones sombríos. En cuanto al vestuario, en la iglesia luterana el blanco es el color del gozo y la pureza celestial y está asociado con la pascua y la resurrección. En el arte cristiano, Dios Padre, suele llevar una larga túnica de color blanco. Las vestiduras completamente blancas en Agnes, y por el tejido frágil, acentúan la enfermedad y debilidad física de ésta.

El contraste del blanco, rojo y negro, genera espacios claustrofóbicos, cuadrados, ayudan a reafirmar la metáfora de la oscuridad moral y espiritual a la que están confinados los personajes dentro de esa casa que actúa como purgatorio del que no pueden salir, por la obligación de asistir la agonía de Agnes, y por estar atadas al recuerdo doloroso de un pasado que permanece más vivo que ellas mismas.

Invisible – hecho - visible

“Cuando yo era niño, vi el alma como un dragón de sombra, como el humo azul, flotando como una enorme criatura alada, mitad pájaro, mitad pez. Pero dentro del dragón, todo era rojo…”

Ingmar Bergman

Se crea así un escenario donde aparece lo invisible-hecho-visible. El silencio de Dios, la duda sobre la identidad propia, la ausencia de palabras como símbolo de la ausencia de certidumbres, la búsqueda constante y frustrada del verdadero sentido de la vida. Para Bergman, el rostro es un espejo donde aparece la raíz del alma, su fundamento. De esta manera, el rostro no significa sino que expresa. Así pues, los primeros planos de los rostros de estas mujeres se convierten en el signo de lo que expresan. En cuanto a los planos medios, planos americanos, primeros planos, por lo dilatado del ritmo, característico de Bergman, permite que sea perceptible la mirada del personaje, un fruncimiento de los labios, un temblor de parpados, mil reacciones imperceptibles que se dibujan sobre los rostros, siendo más claro para el espectador el carácter de éstos, su psiquismo, la compresión casi microscópica de sus sentimientos.

Esto es posible percibirlo por la calidad del movimiento de los actores. Se podría afirmar que su forma de actuación está relacionada con “el teatro sagrado” de Peter Brook, “El mundo de la apariencia es una corteza; bajo la corteza se encuentra la materia en ebullición que vemos si nos acercamos al volcán” (BROOK, Peter. Pág. 36) donde el maquillaje, el artificio, la palabra queda relegada por el silencio y la duración de este, lo que se ve es un actor con esquemas repetidos, casi rituales, haciendo visible lo invisible, únicamente con su presencia. De esta forma el lugar se torna sagrado, pues en él toda ausencia significa.

La Adoración del Cordero.

Retablo de Gante o la adoración del Cordero Místico, Jan Van Eyck. 1432

“…permanecían de pie delante del trono y delante del cordero, vestidos de blanco, proclamando en voz alta, la salvación viene de nuestro Dios, que se sienta en el trono”

Apocalipsis de San Juan (7.9)

El nombre “Agnes” se deriva de la palabra Agnus, que significa cordero. originalmente en la Biblia para mencionar a Jesucristo se le llamaba, Agnus Dei, representándolo como un cordero blanco, herido por una lanza en el pecho, donde con su sangre llena una copa de oro, tiene la cabeza rodeada por un nimbo, y está parado sobre un trono rojo. Esta imagen procede de las primitivas comunidades que sufrieron persecución en la época romana y simboliza el martirio, como imagen del sacrificio de Jesucristo en la Cruz. Podría sugerir esto entonces que la película Gritos y Susurros es una liturgia, porque precisamente la muerte de Agnes tendría un carácter de sacrificio, la cámara alta, medianamente contrapicada, nos revela el cuerpo débil y pálido de ésta con la cabeza inclinada haciendo un gesto de dolor y congoja. Se trata de la representación física del mártir, asociado inmediatamente al cuerpo y el gesto de Jesús que será crucificado.

Es como si Agnes fuera la ofrenda del sacrificio que expiará el pecado y los sufrimientos que abruman a las otras tres mujeres que la rodean durante su agonía.

La Respuesta

“He estado plagado de interpretaciones religiosas, no es extraño que encuentren paralelismos. Yo vengo de un mundo del pensamiento cristiano conservador. He absorbido el cristianismo con la leche de mi madre…”

Ingmar Bergman

El director se niega a ofrecer soluciones perfectas ante la búsqueda del alivio, en los personajes de Gritos y Susurros, a pesar del dolor físico y su relación con la expiación, a los personajes, solo les queda buscar el alivio en los demás, pero el amor deseado se contrapone con la incomunicación y el individualismo; justo después de la muerte de Agnes, hay un intento de comunicación entre María y Karin, pero no es posible escuchar lo que dicen, todo parece indicar que queda como un hecho anecdótico, donde a pesar del sufrimiento de Agnes, no fue posible consolidar la unión familiar. Todo ha quedado en palabras, que pueden no reflejar el verdadero sentimiento que se respira en esa gran mansión escarlata, al igual que su autor, tal vez sus palabras no fueron fieles a sus sentimientos.